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viernes, 15 de junio de 2012

La mente social

Interesante documental (15 minutos) sobre los alcances y límites (positivos y negativos) de las Redes Sociales:

Informe Semanal: La mente social, Informe Semanal - RTVE.es A la Carta

Descripción:
Que las redes sociales han cambiado la forma de comunicarnos e informarnos no es cuestionable. Las cifras son contundentes: facebook está a punto de alcanzar los mil millones de usuarios y twitter se acerca a los 500. Desde perfiles anónimos hasta profesionales de la ciencia, la publicidad o el marketing, que tienen en Internet una mina de información y una herramienta de movilización. Vamos a contarles cómo es el comportamiento de estas redes; cómo se mueve la información en Twitter, por ejemplo, con 340 millones de mensajes al día. Los expertos aseguran que Internet funciona como si se tratase de una red de neuronas: una mente que piensa y responde a estímulos. Pero tiene sus riesgos, entre ellos, la manipulación y la falta de privacidad.

domingo, 10 de junio de 2012

¡Acabad ya con esta crisis!

He tenido ya la posibilidad de terminar con la lectura del último libro de Paul Krugman ¡Acabad ya con esta crisis!, lectura que me había sido motivada con ocasión de la publicación de un capítulo del libro en el diario el país [Eurodämmerung: el crepúsculo del euro], y cuyo análisis de la situación económica europea (que esta afectando la economía mundial) me parecía más que sobresaliente. 

No obstante, para mi desilusión, los demás capítulos del libro se encuentran muy focalizados en el análisis y reflexión de la economía estadounidense, y por tanto no aborda, como esperaba, el problema de la crisis económica desde una perspectiva más global. 

Pese a lo anterior, se trata de un libro interesante toda vez nos ayuda en palabras más o menos sencillas (a los no expertos en las áreas económicas) a comprender algunos de los análisis económicos más difundidos y criticados de los últimos tiempos. Así, por ejemplo, la siguiente:
Hoy en día, una buena parte del análisis académico del la macroeconomía está dominado por la teoría del "ciclo económico real", que afirma que las recesiones son la respuesta racional, y de hecho eficaz, a lo choques tecnológicos adversos, que sin embargo quedan sin explicación; y afirma que la reducción del empleo que se produce durante una recesión es una decisión voluntaria de los trabajadores, que se toman tiempo hasta que mejoren las condiciones. Si esto suena abusurdo ... es por que lo es. Pero es una teoría que se presta a la fantasía de los modelos matemáticos, lo que convirtió los artículos sobre el ciclo económico en una buena vía de promoción y acceso a la titularidad. Y los teóricos del ciclo económico, a la postre, se hicieron tanto hueco que hoy resulta muy difícil que los economistas que defienden otros enfoques hallen trabajo en alguna de las principales universidades. (página 56)
En cuanto a las soluciones que plantea la obra para salir de la crisis, que básicamente se resume en aumentar el gasto público para fomentar el crecimiento económico (aunque ello acarree un aumento del déficit), encuentro que puede ser una solución bastante razonable desde un punto de vista mediático, es decir, para resolver a corto plazo los problemas de liquidez y apalancamiento financiero para el sector productivo en los países desarrollados. Además de ello, el autor se matricula bajo el análisis de los neo-keynesianos, línea que ciertamente comparto en la gran mayoría de sus aspectos. 

No obstante lo anterior, desde mi punto de vista, esta crisis económica "global" [aunque quizás deberíamos decir "de los países del mundo desarrollado"] esta teniendo unos efectos (económicos) bastante positivos para los países en vías de desarrollo, tanto así que una inmensa cantidad de inversiones se están transladando a nuestros países. No son pocos los que sostienen que lo que es "crisis" para algunos, se convierte en "oportunidad" para otros.  Esta crisis de los países ricos se esta convirtiendo en una oportunidad para pueblos que durante décadas y generaciones han estado confinados a la pobreza, por tanto, tal vez ¡No debemos acabar con esta crisis!. Es cierto que muchos ciudadanos (europeos especialmente) han asistido impotentes a una desmejora generalizada de sus condiciones de vida (que por cierto eran infinitamente superiores a las de los ciudadanos de los países pobres), pero en su lugar, muchos más ciudadanos (especialmente en los países pobres) están encontrando por vez primera en sus vidas oportunidades de trabajo y de calidad de vida que antes eran sencillamente inimaginables. 

En función de lo anterior, y nuevamente desde mi punto de vista, esta "crisis" esta generando una deslocalización (de los países ricos a los países en desarrollo) de las bondades (y no solo las miserias) económicas del capitalismo y la globalización en las distintas regiones del planeta. Pero necesariamente cuando alguien gana otro pierde, y al parecer, es la hora (algunos hablan de la década) en que a los pobres nos ha tocado comenzar a ganar. 

viernes, 1 de junio de 2012

Sin fines de lucro

Uno de los últimos libros que he tenido la oportunidad de leer es el la Profesora C. Nussbaum, el cual lleva un título que mi me resultaba muy sugerente "Sin fines de lucro: por qué la democracia necesita de las humanidades". 

El argumento principal de la obra consistía, como su nombre lo indicaba, en reivindicar el valor las humanidades y las artes en la educación escolar y universitaria en un mundo globalizado, que en los últimos tiempos, sólo opta por priorizar el lucro y la optimización económica. 

Creo que los dos últimos párrafos de este bello libro ilustran con gran brillantez la esencia de todo su discurso:   
Las democracias cuentan con un gran poder de imaginación y raciocinio, pero también son propensas a las falacias, al chovinismo, a la prisa, a la dejadez, el egocentrismo y a la estrechez de espíritu. La educación orientada principalmente a la obtención de la renta en el mercado global magnifica estas fallas y produce semejante grado de codicia obtusa y de docilidad capacitada que pone en riesgo la vida misma de la democracia, además de impedir la creación de una cultura mundial digna. 
Si el verdadero choque de civilizaciones reside, como pienso , en el alma de cada individuo, donde la codicia y el narcisismo combaten contre el respeto y el amor, todas las sociedades modernas están perdiendo la batalla a ritmo acelerado, pues están alimentando las fuerzas que impulsan la violencia y la deshumanización, en lugar de alimentar las fuerzas que impulsan la cultura de la igualdad y el respeto. Si no insistimos en la importancia fundamental de las artes y las humanidades, éstas desaparecerán, porque no sirven para ganar dinero. Sólo sirven para algo mucho más valioso: formar un mundo en el valga la pena vivir, con personas capaces de ver a los otros seres humanos como entidades en sí mismas, merecedoras de respeto y empatía, que tienen sus propios pensamientos y sentimientos, y también con naciones capaces de superar el miedo y la desconfianza en pro de un debate signado por la razón y la compasión. 

viernes, 11 de mayo de 2012

Modificar el cerebro con luz - RTVE.es

Son realmente increíbles y asombrosos los avances de la tecnología y a ciencia en su camino por comprender el cerebro. No obstante, me pregunto hasta donde estos avances científicos serán únicamente utilizados para fines terapéuticos, y hasta donde, como siempre ha ocurrido en la historia de la humanidad, hay quién la utilizará para controlar a sus semejantes.

Modificar el cerebro con luz - RTVE.es

viernes, 4 de mayo de 2012

Economía para un planeta abarrotado.


Uno de los últimos libros que he tenido la oportunidad de leer es éste del profesor Jeffrey Sachs (quién es hoy probablemente el economista más importante del mundo según The New York Times), director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia

Se trata de un libro cargado de información estadística y científica, resultado de la organización y análisis de un enorme grupo de investigación bajo su dirección, sobre algunos de los principales problemas que enfrenta la economía global: la sostenibilidad medioambiental, el reto demográfico y la prosperidad para todos. 

Con esta entrada deseo transcribir algunas de sus ideas y datos fundamentales, junto con algunos comentarios personales que me atrevo a formular. 

SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL:

Para comenzar, resulta interesante visualizar el desequilibrado aumento de la riqueza de los últimos 200 años:
En 1820 la nación más rica del mundo, el Reino Unido, tenía una renta per cápita media más o menos tres veces superior a la de la región más pobre, el Africa subsahariana. En el año 2005, el país más rico del mundo, Estados Unidos, tenía una renta per cápita aproximadamente veinte veces superior a la de la región más pobre, que seguía siendo el Africa subsahariana. (p.30) 
Todo ello a pesar que:
La tierra dispone de la energía, la superficie de cultivo, la biodiversidad y los recursos hídricos necesarios para alimentar a la humanidad y sustentar la prosperidad económica a largo plazo para todos. El problema es que el mercado tal vez no conduzca a su aprovechamiento prudente y sostenible. No existe ningún imperativo económico que nos condene a agotar nuestras reservas de recursos vitales, pero tampoco hay una mano invisible que nos impida hacerlo. En nuestra mano está hacerlo por medio de medidas públicas y cooperación global. (p.41) 
A partir de la revolución industrial, como se precisa más abajo, hemos asistido a un crecimiento   sin precedentes en la población, lo que también ha tenido un impacto profundo en el medio ambiente:
A diferencia de las 280 ppm de la era preindustrial, en la actualidad la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es de 380 ppm. Este incremento de 100 ppm es fruto de la deforestación y la quema de combustibles fósiles. (p. 58) 
Esta quema de combustibles fósiles se explica en buen medida por el aumento de vehículos de motor, particularmente en los países desarrollados:
En el año 2003 había en China unos 24 millones de vehículos de motor; aproximadamente 18 por cada 1000 habitantes. En Estados Unidos hay aproximadamente 250 millones de vehículos de motor, o, lo que es lo mismo, unos 800 por cada 1000 habitantes. (p.64) 
A pesar de todo lo anterior, la mayoría de seres humanos actuamos como si nada estuviere ocurriendo, o como si todo esto fuera problema de otros: 
Todas las evidencias científicas nos indican a gritos que nuestra actuación en un planeta superpoblado no puede seguir rigiéndose por la creencia de que «de momento, va bien». Las verdaderas enseñanzas del cambio brusco son la prudencia, el respeto por los sistemas interconectados de la tierra y un compromiso común para mirar al futuro. (p. 67) 
Tanto así que, resulta más que oportuna esta comparación: 
El optimismo actual es semejante al de un hombre que mientras estuviera cayendo al vacío desde el decimotercer piso de un edificio dijera al pasar por el décimo: «Por ahora, todo va bien». (p.127)
La mayoría de nosotros no nos damos cuenta que:
Estamos devorando los sistemas que sustentan nuestra propia vida y, mientras lo hacemos, buscamos excusas para restarle importancia. (p.111) 
Es por ello que el autor propone que:
Para gestionar el balance del carbono no es preciso que modifiquemos toda nuestra sociedad, pero sí plantar cara a seis conjuntos de actividades importantes. (p. 79)
- Debemos frenar o detener la deforestación.
- Debemos encontrar formas de reducir las emisiones derivadas de la producción de electricidad.
- Debemos reducir las emisiones lanzadas por los automóviles.
- Debemos sanear unos cuantos procesos industriales de primer orden (acero, cemento, productos petroquímicos).
- Debemos reducir el consumo de electricidad incrementando la eficiencia de los motores, los aparatos, el aislamiento y otros elementos determinantes de la demanda de electricidad.
- Debemos convertir los focos de emisiones que se dan en los edificios (como los hornos) en sistemas eléctricos alimentados por electricidad con bajo nivel de emisiones. 
EL RETO DEMOGRÁFICO:

Uno de los aspectos a los que quizás menos importancia le atribuímos en los últimos tiempos es al del crecimiento exponencial de población a nivel global, pese al inusitado aumento experimentado en los últimos dos siglos, situación que nos enfrenta a retos que nunca antes la humanidad (y el planeta) había debido enfrentar:
Comparado con los sucedido en los últimos siglos, el incremento de poblaciones humanas producido desde el año 1 d.C. hasta la revolución industrial a comienzos del siglo XIX fue extraordinariamente paulatino e irregular. Durante aproximadamente 1800 años, la población mundial se multiplicó por cuatro para pasar de los alrededor de 230 millones estimados en el año 1 hasta los 1000 millones, alcanzados por primera vez en 1830. En los 175 años siguientes, la población mundial se multiplicó por más de seis, desde esos 1000 millones hasta los 6500 de 2005. (p. 51)
Pero si el bienestar medioambiental no interesa a muchos ciudadanos, quizás sí les interese saber que:
Las zonas que cuentan con una población joven muy numerosa son menos estables que las poblaciones de mayor edad. Hay demasiado gente joven por cada adulto; en concreto, hay demasiados varones jóvenes que pueden ser potenciales combatientes, de entre quince y treinta años, por cada anciano de la sociedad, más maduro y potencialmente conciliador. Los jóvenes, sobre todo los varones jóvenes sin garantía de empleo, son víctima de los delirios enfermizos de los manipuladores políticos. No se trata de culpar a los países más pobres de su sufrimiento ni de temerlos. Se trata de sugerirles, y de sugerirnos a nosotros mismos, que reducir la TFT (tasa de fertilidad total) de cifras muy elevadas redunda en su propia seguridad y en la nuestra. (135) 
En varios apartes de libro se explica la conexión directa que existe entre población joven, encases de alimentos y agua con los conflictos bélicos más temibles al rededor del mundo.

PROSPERIDAD PARA TODOS:

Esta prosperidad parte de comprender que:
El motivo fundamental para creer que la prosperidad puede extenderse a todos los rincones del planeta es que la ciencia y la tecnología mismas que sustentan la prosperidad del mundo rico están también potencialmente al alcance del resto del mundo. (p. 162) 
Así mismo, es muy importante que todas las naciones alcancen el desarrollo económico:
El desarrollo económico exige que todas las economías superen cuatro obstáculos: debe existir un ahorro interno adecuado, un sector exportador competitivo capaz de obtener las divisas necesarias para adquirir tecnología de importación, un gobierno económicamente fuerte que pueda financiera las infraestructuras adecuadas (carreteras, redes eléctricas y hospitales) para complementar la inversión del sector privado y la capacidad para adaptar las tecnologías internacionales a las condiciones y necesidades ecológicas locales. (p. 165) 
Pero para que esto sea posible resulta necesario superar una serie de ideas que hicieron tanta carrera durante las últimas décadas:
La idea de que el crecimiento se basa en el mercado es cierta, pero representa tan solo la mitad de la historia. La acción del gobierno pone los cimientos para el crecimiento económico a largo plazo garantizando que los elementos esenciales de la infraestructura social y física existen y funcionan con eficacia. (p. 167)
De una parte, encontramos la posiciones de "derecha":
Los ideólogos de la libertad de mercado advierten que la competitividad en el sistema internacional se ha vuelto aun más intensa. La amenaza que, según se percibe, los competidores del exterior plantean a la prosperidad del país supone que es preciso volver a concentrar toda la atención sobre la competitividad y el crecimiento económicos. Se deben eliminar los obstáculos para el desarrollo de las empresas y para el ahorro y la inversión. Es preciso rebajar los impuestos y favorecer la obtención de beneficios. La posición de un país en la economía mundial se verá seriamente afectada si tiene que soportar la carga de un gasto social elevado. 
Muchos economistas sostienen que la red de prestaciones sociales debería continuar estando limitada para que no disminuyan los incentivos a la innovación y la asunción de riesgos. El economista y teórico político Joseph Shumpeter elaboró en la década de 1940 la muy influyente teoría de la destrucción creativa, según la cual el éxito económico exige intrínsecamente el fracaso de algunos sectores con el fin de dejar sitio al auge de otros sectores punteros nuevos. En el mercado ingresan continuamente ideas nuevas que desplazan a las viejas y suelen derrotarlas; en este proceso, los trabajadores, las empresas y los sectores más débiles pierden. El crecimiento y desarrollo económicos son por tanto prejudiciales para las víctimas de la destrucción creativa. Según algunas interpretaciones, una red de prestaciones sociales ralentizaría la sustitución de los sectores atrasados por otros emergentes y frustraría los beneficios de la iniciativa empresarial y la innovación.
Otra crítica significativa que la derecha hace al Estado de bienestar es que representa una amenza directa para las libertades individuales. El economista Friedrich Hayek sostuvo en su influyente libro “Camino de Servidumbre” que la implicación a gran escala del Estado en la economía desembocaría en la aniquilación de las libertades individuales. Si bien dirigía en primera instancia sus críticas a las economías comunistas planificadas y centralistas y al control que ejercían sobre a industria, posteriormente las generalizó a las denominadas «economías sociales» y sus costosas políticas de bienestar. (p.202) 
Y de otra parte, las posiciones de "izquierda":
Los partidarios de las inversiones sociales opinan que se debe elevar mucho el gasto social, precisamente porque la globalización desgarra el tejido de la igualdad económica. La creciente brecha de renta entre los trabajadores cualificados y no cualificados, por ejemplo, exige subir los impuestos a los primeros, más ricos, aunque solo sea para contribuir a financiar los gastos sociales dedicados a aquellos que quedan rezagados. (p.202)  
La opinión, muy extendida en Suecia y en algunos otros estados de bienestar, sostiene que, precisamente porque el capitalismo es tan turbulento, es de vital importancia tender red de prestaciones sociales que recabe el apoyo de la población a una economía sometida a fluctuaciones constantes. El razonamiento afirma que, sin seguridad social, la gente probablemente exigiría proteccionismo y garantías de empleo ajenas al mercado. (p. 202) 
Pero como casi siempre, la respuesta se encuentra en el equilibrio entre los dos extremos descritos, y de allí que sea sensato afirmar que:
El debate sobre la seguridad económica se parece al relativo a la pobreza, el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Como se fundamenta tan poco en los datos, produce un fuerte acaloramiento, grandes dosis de retórica y poca determinación. (p.203)
No puede, por ende, suscribirse ideas claramente erróneas e injustas:
Algunos economista han suscrito la opinión errónea y simplista de que se puede confiar en que los mercados resuelvan todos los problemas. William Easterly, por ejemplo, atacó la idea de que fueran necesarios planes y coordinación a gran escala para facilitar medicamentos a los pobres señalando que a manos de los lectores han llegado millones de ejemplares de libros de Harry Potter sin ninguno de estos planes espectaculares. La diferencia, claro está, es que los lectores de Harry Potter tienen dinero para adquirir los libros, mientras que los más pobres del mundo carecen de los medios, por ejemplo, para comprar los medicamentos que les salven la vida. (p. 248)
Debe por tanto, permitirse que el mercado actue pero siempre con el acompañamiento del Estado. Y es que el papel del Estado, junto con el mercado, es fundamental, más ello requiere de instituciones fuertes y de unos ingresos públicos sostenidos:
Cuando el gobierno es incapaz de construir carreteras, una red eléctrica y otras infraestructuras básicas, el sector privado languidece. El resultado es una trampa de la pobreza. Este tipo de colapso fiscal es una de la causas más importantes de los fracasos de los países más pobres en el desarrollo económico. La trampa fiscal resulta tanto más debilitadora porque los países más pobres deben hacer frente a unos obstáculos geográficos que piden a gritos inversiones compensatorias, pero dichas inversiones son sencillamente prohibitivas. (p. 176) 
Es por ello que:
Cuando los países luchan por liberarse de la pobreza extrema, el papel del Estado está claro: consiste en contribuir a que la población satisfaga sus necesidades básicas (alimento, agua potable, vivienda, servicios sanitarios, nutrición) y en invertir en agricultura en infraestructuras esenciales (carreteras, ferrocarriles, electricidad, telecomunicaciones, internet, puertos) para sentar las bases para un crecimiento económico liderado por el sector privado. Cuando los países escapan de la pobreza extrema y empiezan a adquirir riqueza, aflora otra función del sector público: la seguridad social. La seguridad social extiende el concepto de protección social más allá de las necesidades básicas para incluir la universalización de un amplio abanico de servicios sanitarios, la universalización de los servicios educativos además de la enseñanza primaria (incluidas la educación preescolar, secundaria, profesional, universitaria, de personas adultas y el reciclaje profesional), los subsidios del desempleo, las pensiones de vejez, los seguros frente a diferentes tipos de riesgos naturales y otras prestaciones económicas familiares en el caso de pérdida del empleo, discapacidad o pobreza extrema por otros motivos. (201) 
De manera que un modelo de bienestar social, compatible con un mercado globalizado, resulta más que deseable, no obstante:
El modelo de bienestar social descansa sobre cierta forma de confianza. Parece que la gente está más dispuesta a soportar unos impuestos elevados cuando sabe que sufragan programas que ayudan a personas como ellos. Como las personas pobres de los estados de bienestar tienen los mismo antecedentes culturales y étnicos que el resto de la población, es políticamente más fácil fomentar programas de ayuda para los pobres. El modelo de bienestar social subraya la importancia que tiene, para el éxito del Estado del bienestar, que los ciudadanos se identifiquen con los beneficiarios de los programas gubernamentales. Si las divisiones socioeconómicas coinciden con las raciales o étnicas, es menos probable que lo hagan. Este es un aspecto central. Los costes del racismo son elevados. La diversidad racial y étnica de Estados Unidos y otros muchos países de América Latina se ha traducido en unas sociedades divididas y desiguales, y también ha contribuido al fracaso del Estado del bienestar. (p. 209) 
Por todo lo anterior, debemos comprender que una "prosperidad para todos" solo es posible a partir de la interconexión entre el sector público y el privado:
Las promesas del Milenio son los objetivos del mundo para el desarrollo sostenible y deberían orientar nuestra acción común. Alcanzar esos objetivos requiere un proceso complejo y global, un proceso que excede la capacidad de cualquier gobierno o de cualquier otro sector social en solitario. En una de las redes globales, estos trascendentales objetivos exigirán una red capaz de aprovechar las energías y dotes de todos los sectores de la sociedad. (p. 229) 
El sector público tiene cuatro responsabilidades principales:
- Sufragar la investigación científica básica.
- Promover el desarrollo y la demostración de tecnologías en fases iniciales.
- Crear un marco político global para la búsqueda de soluciones.
- Financiar la generalización de innovaciones y tecnologías de éxito.

El sector privado tiene dos responsabilidades principales (además, claro está, de obtener beneficios):
- Invertir en I + D, a menudo con financiación pública.
- Aplicar soluciones tecnológicas a gran escala en colaboración con el sector público.

El sector no lucrativo tiene cinco funciones elementales:
- Elevar recomendaciones públicas.
- Canalizar la iniciativa social y la resolución de problemas.
- Aportar la financiación inicial de las soluciones.
- Vigilar al gobierno y al sector privado.
- Realizar investigación científica, sobre todo en las instituciones académicas. 
Así pues:
Debemos esforzarnos por incrementar el bienestar en todo el mundo mediante el crecimiento económico, pero hacerlo sin arruinar el clima del planeta ni deteriorar los ecosistemas hasta el punto de que no puedan seguir prestándonos los servicios que necesitamos y sustentar la biodiversidad de la Tierra. 
Pero ello sólo será posible si admitimos que:
Como seres humanos, nuestra mayor responsabilidad es conocer la verdad lo mejor que podamos, una verdad lo mejor que podamos, una verdad que es al mismo tiempo técnica y ética. Lo que nos salvará será una conciencia científica amplia unida a una empatía que nos permita comprender las calamidades de los pobres, los desposeídos, los jóvenes desesperanzados o las comunidades rurales amenazadas por los cambios desconcertantes. Gandhi describió su vida como un experimento consistente en "vivir en la verdad", y ese enfoque tendrá que convertirse también en el experimento de nuestra generación. Sin ese compromiso con la verdad, caeremos víctimas de falsas y provocadores divisiones religiosas, regionales y económicas. Sin un esfuerzo decidido por generar comprensión y empatía hacía otras sociedades, corremos el riesgo de caer en una espiral de desconfianza e incluso odio abocada al "nosotros contra ellos". (p. 263)
Nuestros problemas son solubles, pero mientras intentamos resolverlos, oiremos un millón de noes. "No, no es preciso cambiar"; "no, no podemos cambiar"; "no, tenemos que prepararnos para la guerra"; "no, no podemos correr el riesgo de buscar la paz"; Pero tras el último "no" vendrá un "sí". (...) Las posibilidades de éxito dependerán del extremo hasta el cual cada uno de nosotros, en los muchos papeles que desempeñamos en la sociedad, se convierta en un agente positivo para el cambio. (p.246)

domingo, 29 de abril de 2012

Eurodämmerung: el crepúsculo del euro | Economía | EL PAÍS

El diario el País de España, ha publicado en su edición dominical un capítulo del último libro del prestigioso Economista Paul Krugman titulado "¡Acabad ya con esta crisis!", donde analiza la profunda depresión que atraviesa el mundo desarrollado, con particular acento en la crisis europea:

Eurodämmerung: el crepúsculo del euro | Economía | EL PAÍS

Es sin duda uno de los artículos de prensa mejor informados y claros sobre la crisis económica que he leído en los últimos años.  Si bien es un poco extenso, recomiendo absolutamente su lectura.